jueves, 5 de febrero de 2015

Reflexiónes sobre el amor y otras pendejadas...

    


     Hace ya algún tiempo atrás tuve una epifanía acerca de la razón del amor y el objeto de amar, lo realmente destacable  fue que lo hice en tiempo récord en medio de un baño de ducha ¿Cómo pude haber tenido semejante debate filosófico en tan poco tiempo? Considerando que el tiempo promedio de mi baño es de diez minutos pero lo maravilloso del asunto fue  la manera en que esta idea se desarrollaba, se desplegaba y movilizaba en mi mente como pez en el agua… sobre el amor reflexione lo siguiente: 


(La primavera de Botticelli, siendo Venus en el centro, el eje visual de la obra)


Toda persona  debería poseer dos grandes amores en su vida y dejar de considerar el amor como algo totalmente externo, algo totalmente ajeno al alma, ¡el verdadero amor está confinado en nosotros y no puede escapar! siendo el primero de estos dos amores el amor propio.


El amor propio debe imaginarse desde un punto de vista bastante heterodoxo de manera similar a la actuación, al igual que la calidad del trabajo de un actor depende de la calidad de su actuación, la vida es un ejercicio actoral de improvisación en cual todos somos conducidos por el guion oculto de destino vamos actuando según el contexto de los acontecimientos.


¿ Y en que se parece el amor propio a un ejercicio de actuación? en que al igual que la calidad de trabajo de un actor depende de la calidad de su actuación lo mismo pasa con la vida, siendo la vida un escenario de improvisación donde el ser es el único gran protagonista de su existencia  y solo quienes comprenden esto, y comprenden que deben dar la mejor actuación posible en la telenovela de sus vidas son quienes alcanzan ciertas glorias sin tantas penas.


¿Y qué tiene que ver realmente el amor en todo esto?  En que este es la fuerza que impulsa a dar una buena actuación, el actuar decididamente en la novela de nuestras  vidas, no es otra que el amor propio.


La concepción del segundo amor confieso que la robe de Platón pero supongo que son gajes de ser un clásico… este amor esta conducido por el deseo de procreación por el deseo del hombre de sobrevivir a su muerte, de alcanzar la inmortalidad en los límites a los que nuestra mortalidad nos confina.


Este tipo amor es el que nos impulsa a buscar un par y formar familia, no es amor desmedido por la pareja es amor a la idea de familia y de formar familia la que nos motiva en la búsqueda incansable de ese amor externo y que en muchas ocasiones se vuelve profano. La raíz de este amor en es la procreación del cuerpo, el cual no es más que otra cosa que el deseo de los hombres de supervivir a la muerte a través de su descendencia ¿o es que acaso no viviremos perpetuamente en la genética, si no, también en los recuerdos de nuestros descendientes?, ¿acaso no estamos condicionados por la evolución a la procreación? Este es el caso de quienes procrean con el cuerpo cuya tarea es admirable pero no conlleva glorias.


¿Pero quien dijo que la procreación es solo materia de la carne y no del alma? Hay quienes procrean de la forma última, con el alma. Son estos los grandes poetas con su dramas suicidas, los escritores que marcan la vanguardia del mundo a través de la visión de un solo individuo, son los filósofos, son las artes, son los grandes pensamientos que se procrean en la mente de otros…


Son los científicos, los grandes teóricos, los Victor Hugos, los Carl Sagan, los Bolívar, los Tesla, quienes buscan la procreación en algo más perdurable que la carne… las ideas. ¿Acaso no todo gran poeta, escritor, idealista o científico más allá de todo reconocimiento personal seguramente se hubiera conformado solamente con el reconocimiento de su obra y no más?


Concluyo con el siguiente pensamiento, no es coincidencial que la única forma en la que una persona mate o entregue su vida sin pensarlo dos veces es cuando se vulnera el amor o el objeto del mismo ¿acaso no es la ausencia de todo amor propio la que lleva al suicidio o la burla del mismo no puede conllevar al asesinato? 


¿Acaso no mataríamos por un hijo sin que pese demasiado en la conciencia o de morir si el hado nos exige la vida? ¿Acaso cuantas personas se han visto envueltas por la brasas ardientes del fanatismo no más que por la defensa a ultranza de la ideas? Y lo más vergonzoso de todo es que también estamos dispuestos a desterrar vidas  por ellas…

martes, 3 de febrero de 2015

¡Así muere la libertad con un fuerte aplauso!




En ocasiones la mente nos lleva a entretejer paralelismos entre temas opuestos que extrañamente solo tienen sentido para la razón propia, algo que en mi, pasa bastante a menudo y al cual personalmente me gusta llamar: neuroplasticidad, es así como nombro  a las interrelaciones a las que solo yo encuentro lógica…  ¿pero alguien se ha dado cuenta realmente que detrás de toda la parafernalia galáctica y los desfiles de alienígenas presentes en Star Wars, la historia  encierra una trama política tan truculenta como las de tiempos presentes?


                   

   
En la figura de un anciano de aspecto bastante modesto y de pensamiento racional se escondía un retorcido y oscuro personaje casi de personalidad doble, esta figura que con una retorica indudablemente superior y ciertamente manipulador el Canciller Palpatine encarna a la perfección la ideología de los políticos modernos con su doble discurso y una ambigua moral.


Al ser tan hábil en la politiquería más allá del concepto real de la política, este personaje era capaz de crear los más inverosímiles escenarios de guerras, solo por mantener en sus fútiles manos el poder… para aquellos que hayan tenido la dicha de ver esta ópera prima de todo un genero deben recordar que el ¡GALÁCTICO” no está de más!


                Casi al final de esta elegía la senadora Padmé dijo aquella frase que hizo catarsis en mi e ilumino mi mente haciendo posible este post, la frase fue la siguiente: - ¡Así muere la libertar con un fuerte aplauso! a lo que mi cerebro rápidamente agrego: - ¡En mi país muere de la misma manera solo que a diario! al menos  es la verdad política que impera en mi rincón particular del mundo.


Pero es inevitable que al ver semejante opera galáctica no brotaran de mi mente un caudal de preguntas sin respuestas, como por ejemplo: ¿acaso la perdición de la República no fue otorgar poderes especiales a su canciller? ¿Acaso la República no había sido corrompida ya hasta en su médula institucional por las élites políticas?


Y la más importante de todas las preguntas a reflexionar es ¿quién será nuestro elegido? ¿Cuál de entre tantos hijos de Venezuela nos devolverá la libertad? porque honestamente dudo que semejante abanderado salga de las filas de una clase política ineficaz (sin distinción de pedigrí, color político o ideología política) que pululan en la vida gubernamental de mi ya arruinado país.



¿Saben ustedes el porqué de la frase en la cual gira la atención de estas palabras? Porque mientras la República flaqueaba agonizante, sus políticos celebraban con vítores y aplausos la agonía de la libertad…